
Me he dado cuenta de que muchas veces es mejor no declarar públicamente las cosas muy a la ligera. Sobre todo porque luego puedes arrepentirte, y eso que dijiste en el pasado siempre estará ahí. De todos modos, doy las gracias por haber hablado de cine y no de política o religión, porque siempre hay listillos que se creen que lo saben todo, tratando de dar lecciones de moralidad a los demás. Y no me apetece tragarme discursos políticamente correctos. No me apetece nada.
Hace unos meses, escribí una entrada llamada Por qué no me gusta el cine. Te puedes imaginar más o menos de qué iba, ¿verdad? El caso es que recibió opiniones muy distintas, del tipo Madre mía, no conocía a nadie así o ¡Por fin alguien que me entiende! En fin. Fue bonito mientras duró.

Pero ahora, en cierto sentido, me arrepiento de haber dado esa opinión de este arte. Es decir, la parte negativa de mi balance sobre el cine sigue intacta. Lo que ha cambiado sustancialmente ha sido la positiva. Antes sólo sabía considerar a una película como entretenida o aburrida. Sin embargo, a lo largo de estos meses, he hallado un inmenso mundo de criterios para realizar mi crítica personal. Y he de reconocer, con toda la humildad que puedo, que ese mundo es apasionante.
He descubierto todo el trabajo que esconde la elaboración de un largometraje. Conmovedoras bandas sonoras originales reproducidas por una gran orquesta, magnificando tus sentimientos a lo largo de la película. El increíble vestuario, que dota de una ambientación asombrosa a todos los personajes, siendo capaz de hacernos creer que de verdad son habitantes de otro planeta o guerreros de la antigua Roma. Los actores, que consiguen controlar cada suspiro, cada silencio, cada sílaba, metamorfoseándose en seres que nunca han existido pero que desearíamos que existieran. Y por último yo, espectadora, que tengo el privilegio de asombrarme en cada película (bueno, quizás sólo en algunas) con la creatividad del ser humano.
Siento haber sido tan crítica, cine. Lo siento mucho.
Sara.
PD: Estas son algunas de las culpables de mi conversión…
Animales fantásticos y dónde encontrarlos

Eddie Redmayne, el mundo de Harry Potter, ambientación londinense del siglo pasado, criaturas monísimas… No hace falta dar una explicación más detallada.
Malditos Bastardos

Después de un año, al fin terminé de ver esta película. Mi conclusión al verla: ya tengo una película buena y antigua que puedo decirle a la gente que me gusta sin que sea de postureo. Tienes que verla aunque sea por el final. Menudo final. Es explosivo.
Yo, él y Raquel

Vi esta película TRES veces en una semana. Partiendo de la base de que he dejado un enorme porcentaje de largometrajes sin acabar, te puedes hacer a la idea de lo mucho que me gustó este.
PD: Por supuesto, si tienes alguna recomendación para que mi gusto por el cine siga in crescendo, no dudes en compartirla.