Don’t rain on my parade!

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La lluvia es el garbanzo de los cócteles de frutos secos de los estados climatológicos. El eterno despreciado, el infravalorado, aquel a quien escogen el último en el balón prisionero. A la pobre lluvia no la quiere nadie. Bueno, los agricultores, pero sólo por un tiempo. Cual donjuán, se aburren de ella al poco rato, cuando ya han conseguido lo que querían. Sigue leyendo «Don’t rain on my parade!»